Con el fin de atraer talento internacional y hacer frente a la escasez de mano de obra, el gobierno francés ha flexibilizado la normativa relativa a las obligaciones fiscales de las empresas que contratan a ciudadanos extranjeros de fuera de la Unión Europea (UE), el Espacio Económico Europeo (EEE) y Suiza.
Cambios clave:
- Reducción de la carga fiscal: Las empresas están ahora exentas de pagar el impuesto sobre los trabajadores extranjeros por los empleados titulares de permisos de residencia franceses (que están exentos de autorización de trabajo).
- Racionalización de los pagos: Anteriormente, los empresarios sujetos al impuesto debían hacer frente a una factura después de cada contratación, lo que daba lugar a múltiples pagos a lo largo del año. Ahora el impuesto se paga una vez al año, lo que simplifica la administración y la planificación financiera. El gobierno francés ha facilitado una hoja de ayuda para calcular este impuesto.
Estos cambios pretenden hacer de Francia un destino más atractivo para el talento cualificado en una época de escasez de mano de obra en diversos sectores, así como facilitar a los empresarios franceses la contratación y retención de trabajadores cualificados extranjeros. Sin embargo, este cambio también requerirá ajustes.
A partir de ahora, las empresas serán responsables de identificar activamente a los empleados sujetos al impuesto cada año y de garantizar una planificación presupuestaria y financiera precisa para hacer frente al nuevo sistema de pago anual.
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