Escrito por Jobbatical CEO y cofundadora Karoli Hindriks. Síguela en LinkedIn
En un frío día de febrero de 2018, mi equipo de Jobbatical presentó al Ministerio del Interior de Estonia y a la Junta de Policía y Guardia de Fronteras un caso para crear el primer visado para nómadas digitales del mundo.
Lo hicimos porque no había ninguna forma legítima de trabajar como nómada digital. Y eso se interponía en nuestra misión de ayudar a las personas y a las ideas a moverse libremente.
La forma más común de trabajar legalmente en un país es tener un empleador local. La mayoría de los países no reconocen a los nómadas digitales como un segmento legítimo de la mano de obra mundial. Por eso, los profesionales independientes han estado viajando y trabajando sobre todo con visados de turista, lo que técnicamente es ilegal.
En los tres años que han pasado desde aquella primera reunión, hemos asesorado y trabajado con gobiernos(Estonia, Croacia y Malasia, por ejemplo) para poner en marcha visados para nómadas digitales. En junio, estuvimos en París, inspirando al presidente Macron para que asumiera el compromiso de establecer un visado para nómadas digitales en toda la UE.
Y hace menos de un mes nos reunimos con el Secretario de Estado de Migraciones de España, Jesús Perea, y Ainara Dorremochea, Subdirectora de Asuntos Jurídicos para discutir los beneficios potenciales del ecosistema y las mejores prácticas de la creación de un visado nómada digital.
Ese visado acaba de anunciarse. Se trata de una gran noticia política: España es el primer gran país europeo que aplica un cambio de política que reconoce a todo un nuevo tipo de trabajador.
¿Podemos llamar a España pionera en innovación política?
La realidad no es que España vaya por delante. Es que otros países van muy por detrás. Imaginemos que los coches hubieran empezado a circular por los prados cuando se inventaron, hasta que años más tarde los gobiernos empezaron a preguntarse: ¿Deberíamos construir carreteras? Eso es esencialmente lo que ha ocurrido con los nómadas digitales. Hay millones de personas que trabajan de forma independiente, pero no existe un marco legal que les permita hacerlo.
Es estupendo ver que España da este paso para modernizar su política de inmigración. Es un buen comienzo, pero queda mucho camino por recorrer. La realidad es que, a nivel mundial, nos encontramos en la mayor escasez de talento de la historia de la humanidad. Todos los países luchan por las mismas personas.
Y esas personas sólo van a acabar donde se sientan bienvenidas.